El plato de “Harvard” es una herramienta para comer de forma saludable y equilibrada.
La mitad de tu plato debe ser verduras y frutas, intenta incorporar color y variedad. Cada color te aporta nutrientes diferentes, por ejemplo, las zanahorias son naranjas por el betacaroteno y los tomates rojos por los licopenos, ambos fantásticos antioxidantes para tu hígado. Siento decirte que la patata, el maíz y los guisantes no son verduras, por lo tanto, no pueden ir en esta mitad del plato.
En un cuarto del plato escoge granos integrales e intactos, es decir, pan, pasta o arroz integral, también se puede optar por avena o quinoa. Estos productos son una mejor opción porque tienen un efecto más moderado del azúcar en la sangre que el pan blanco, arroz blanco, y otros granos refinados. En este cuarto tienes que prestar mucha atención a la calidad: no es lo mismo que compres pan integral en la panaderia del barrio que pan de molde industrial.
La cuarta parte del plato que te falta es para la proteína. Pescado, aves, legumbres y frutos secos son las fuentes de proteína más saludables. Limita el consumo de carnes rojas y evita las procesadas.
Ya tenemos los cuatro cuartos completos: dos partes para los vegetales, una para los cereales integrales y la otra para la proteína (puede ser de origen animal o vegetal). El plato de "Harvard" es una forma sencilla y divertida de aprender a comer bien, sin dejar de disfrutar de ningún alimento.
No hagas trampas, la rebanadita de pan para los huevos tiene que ir dentro del plato. Toca elegir que prefieres comerte esos dados de patata asada o el pan.
¡No vale comer pan a parte!
Ahora ya tienes los conocimientos, deja volar tu imaginación culinaria, puedes hacer mil combinaciones
Más consejos que te pueden ser útiles para que tu plato sea de 10:
- Utiliza aceites saludables tanto para cocinar como para aliñar, como el aceite d eoliva.
- Bebe agua, café o té.
- Y para postre puedes tomar una fruta o un lácteo.